Para pensar en los espacios en Extinción, reflexionamos sobre su condición de mortalidad, es decir, ¿qué da cuenta la vitalidad de un espacio, y cómo llega al punto de extinción? y más fundamentalmente, ¿cómo retratar el punto medio, un espacio que, lejos de su años dorados, se acerca a su ocaso?
Yendo a lo concreto, la fábrica en el 2025 es un asunto más bien complicado. Las políticas de estos años junto a la situación económica local y global desaforecen su sustento. En simultaneo, la industria del cuero se vio amenazada con la aparición del cuero sintético. Este contexto histórico explica el declive de la producción, de la cantidad de trabajadores, y del tamaño y movimiento de la industria.
Tenemos entonces el diagnóstico, pero ¿cuales son los síntomas de esta extinción? Las telarañas y el polvo son el primer detalle que muestra la falta de actividad, pero es en los vacíos mismos donde se denota con más profundidad: las maquinas apagadas, la ausencia de presencias humanas en el sonido, el movimiento de la luz del sol para resaltar el paso del tiempo.
Pero este no es un espacio extinto, es un espacio en extinción. Sigue habiendo vida, sigue habiendo un trabajo. Luces que se prenden, montacargas en movimiento, cueros estacionados pero mojados, una presencia sigue habitando este espacio.
Con respecto al montaje y los encuadres, decidimos comenzar retratando los detalles de las maquinas, de los cueros, para caracterizar el espacio. A la mitad del montaje, tomamos distancia con planos más generales, para darle entidad a la fabrica en general, a su estaticidad, a sus ausencias y presencias.
Para la realización del corto usamos una cámara sony a7iii con su lente kit 28 - 70. Algunos planos fueron iluminados con un panel led 7 pulgadas con filtro cálido/frio.
Entrega
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